Thursday, November 18, 2010

Más de 16.000 tortugas marinas son capturadas de forma ilegal en Madagascar

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Sabemos que la pesca a pequeña escala y realizada de forma artesanal se está practicando, a pesar de que capturar tortugas sea ilegal según las leyes de Madagascar", asegura Annette Broderick, coautora del estudio e investigadora en el Centro para la Ecología y la Conservación (Cornwall) de la Universidad de Exeter (Reino Unido).

El estudio, que se ha publicado en Animal Conservation, destaca la pesca a pequeña escala, tradicionalmente difícil de controlar por el complicado acceso a zonas remotas, cuyo alcance podría ser "vital" para encontrar una manera de gestionar de manera sostenible la pesca de tortugas en la zona.

"Dado que las tortugas son una especie en peligro de extinción, es importante para nosotros conocer qué está ocurriendo en la región para que así podamos trabajar con la comunidad local y encontrar un camino sostenible hacia el progreso", señala Broderick.

Para controlar las capturas de tortugas marinas, el equipo de investigación involucró a los habitantes de 12 de los pueblos principales de Madagascar. Para lograrlo pagó unos 3.000 dólares americanos anuales a un miembro de cada comunidad, previamente formado para recopilar datos biológicos, para documentar cada captura de tortuga, "incluso para que realizara una fotografía de cada una de ellas", atestiguan los científicos.

El estudio ha permitido documentar un total de 699 desembarcos de tortugas entre las que se incluyen cuatro especies. En un 93,6% de los casos se trataba de la tortuga verde (Chelonia mydas). Al combinar estos datos con los anteriores en la región, los científicosestimaron de "forma cautelosa" que la captura anual de tortugas en la provincia suroeste de Madagascar se encuentra entre 10.000 y 16.000 ejemplares.

Un motivo de preocupación

"La captura de tortugas para obtener su carne es importante en la cultura de Madagascar para muchos habitantes costeros, pero estos tienen también que comprender la importancia de garantizar la supervivencia de estos animales", subraya Frances Humber, coautora de estudio y coordinadora de investigación de la ONG Blue Ventures.

Para el equipo de investigación, el estudio ha permitido involucrar a las poblaciones para lograr un progreso sostenible. "Obviamente no podemos estar seguros de que se informe de cada captura de tortuga, por lo que vemos las cifras de este estudio como una estimación cauta que, no obstante, sigue siendo muy útil para la política informativa", aclara Humber.

A pesar de esto, "las cifras de este estudio son un motivo de preocupación", asegura la coordinadora, que insiste en que esto se debería generalizar también a otros países. "Esperamos cifras de capturas similares en muchos países de la costa tropical del mundo en vías de desarrollo, por lo que aunque esto no es un problema aislado, es claramente un motivo de preocupación cuando hablamos de especies en peligro de extinción", declara. "Es posible que el modelo utilizado para este estudio se use en más lugares para obtener una idea más exacta de las cifras".

"Hasta que obtengamos más detalles, es difícil sacar conclusiones sobre qué es sostenible y cómo podemos buscar soluciones. Evidentemente la ilegalización de la pesca de tortugas no ha funcionado, por lo que necesitamos trabajar con las comunidades para fomentar prácticas sostenibles", manifiesta la científica.

Según las leyes nacionales, la captura de tortugas es ilegal, pero, en la actualidad, no existe ninguna iniciativa del gobierno para gestionar la pesca.

Tomado de http://www.laflecha.net/canales/ciencia/noticias/mas-de-16000-tortugas-marinas-son-capturadas-de-forma-ilegal-en-madagascar?_xm=rss

Monday, May 03, 2010

Minamb y Guardería Ambiental decomisaron 79 Morrocoyes Sabaneros

Venezuela | Con el fin de proteger a la fauna silvestre

Minamb y Guardería Ambiental decomisaron 79 Morrocoyes Sabaneros

30 Abril 2010

Según la Ley de Protección de la Fauna Silvestre, “aquellos que atenten contra la fauna, extrayendo especies autóctonas de su hábitat, serán sujetos a sanciones legales”

Los 79 quelonios, fueron puestos en cuarentena preventiva, con la finalidad de que los veterinarios los sometan a diferentes evaluaciones y tratamientos para posteriormente realizar su liberación en un ambiente adecuado.

Fueron decomisados 79 morrocoyes sabaneros de la especie (Geochelone carbonaría), que permanecían en cautiverio ilegal en una residencia de Puerto Ordaz.

El rescate de los animales fue posible gracias a un operativo de vigilancia y control implementado por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb), a través de la Dirección Estadal Ambiental (DEA) Bolívar y la Guardería Ambiental de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Así lo informó, Mily Hernandez, directora de la DEA Bolívar, quien destacó que “debido a la denuncia formulada ante nuestra dirección, los funcionarios de la DEA acompañados de efectivos de la Guardería Ambiental de la GNB, se trasladaron a la residencia de los responsables, donde detectaron 79 quelonios que se encontraban en cautiverio, por lo que se abrió un procedimiento sancionatorio por la tenencia ilegal de dichas especies”.

Ante el hecho, se les informó a los responsables que especies como éstas se encuentran en peligro de extinción y están protegidas en el marco de la Ley de Protección de la Fauna Silvestre, por lo que “aquellos que atenten contra la fauna, extrayendo especies autóctonas de su hábitat, serán sujetos a sanciones legales”, señaló.

Hernández expresó que los 79 quelonios, fueron puestos en cuarentena preventiva, con la finalidad de que los veterinarios los sometan a diferentes evaluaciones y tratamientos para posteriormente realizar su liberación en un ambiente adecuado.

Hernández exhortó a todos los ciudadanos a evitar la manipulación y comercialización de animales silvestres, ya que la extracción de las especies contribuye a la desaparición de las mismas. Indicó que continuarán estos operativos en el estado para tratar de frenar el tráfico ilegal de diversas especies comunes en la zona, por lo que esperan la máxima colaboración de las comunidades.

Fuente/Minamb