Para algunos entusiastas tecnológicos la impresión en 3D apunta hacia una nueva revolución industrial, y de concretarse la posibilidad de logar la producción local de componentes, sería posible una democratización sin precedentes de la capacidad de autogestión en comunidades. Pero más allá de esta posibilidad de cambio en nuestra sociedad, la posibilidad de aplicar la ciencia y la tecnología a la vida ha permitido salvar la vida de una de nuestras compañeras en la vida planetaria, en esta caso una tortuga. Cleopatra, una joven tortuga de Colorado, Estados Unidos, estaba en riesgo vital a causa de un problema óseo que adquirió luego de pasar años consumiendo una dieta basada en proteínas, siendo que es herbívora.
Este desorden alimenticio le provocó el debilitamiento del caparazón y deformidades como fisuras y hendiduras, los que aparte de dolor, le provocaron lesiones que podían derivar en infecciones.
Diseñadores de la Colorado Technical University se enteraron del caso de Cleopatra y quisieron ofrecerle una solución creando una especie de prótesis de caparazón elaborado con plástico derivado del maíz, impresa en 3D.
Roger Henry, estudiante de dicha universidad, pasó un total de 600 horas modelando el nuevo caparazón en más de 12 softwares distintos. Finalmente, éste fue fijado con velcro por sobre el otro, de manera de protegerlo de las lesiones para cuando Cleopatra interactúe con otras tortugas.
Según explicaron los científicos a los medios locales, esta solución debería servir por unos años hasta que el original se repare solo gracias a una dieta especial que ahora deberá respetarse.
Fuente: https://www.veoverde.com/2015/03/un-caparazon-impreso-en-3d-salvo-la-vida-de-la-tortuga-cleopatra/
